Pablo y Adrián

Pablo y Adrián

miércoles, 9 de abril de 2014

Capitulo 9



Teresa no deja de pensar en lo que ha pasado con su hermano. Su marido, para distraerla dice:
--Tenias razón… tu familia es peor que los Ewing…
Ambos ríen. Él sigue hablando.
--¿y qué vamos a hacer con tu familia? Tendremos que dar la cara.
--si, tranquilo. Yo me ocupo de eso.
Teresa acaricia la cabeza de su esposo.
--Mañana iremos a la empresa de mi padre para que empieces a trabajar. Empezarás el lunes.
Julio se pone contento y a Teresa le gusta verlo feliz.

Al día siguiente, Teresa y Julio están en la empresa. Ya ha firmado el contrato.
--todo esto voy a cobrar? –impresionado.
Ella hace que sí con la cabeza.
--si es lo que cobran todos... ¿quieres la mitad por adelantado ?
--si no es molestia...
--no claro que no... diré que te lo tramiten...
Teresa iba a irse pero Julio la agarra del brazo:
--Gracias por todo. Me faltará vida para pagarte todo lo que haces por mi –dice él dulcemente.
Ella sonríe. Lo besa.
--Tener el honor de estar a tu lado durante un año … no te pido más.
Aunque le preocupa que lo ame necesita demasiado a la mujer como para frenarla. Le da de nuevo las gracias y la besa.


Diario de Emilio: (30 marzo)








No he llegado muy tarde. Los domingos siempre suele desaparecer después de poner las mesas y las sillas en la terraza y tenía ganas de verlo. Él estaba poniendo unos almohadones. Es muy arriesgado llegar más tarde porque luego no lo veo, almenos así lo veo seguro. Lleva unos pantalones a cuadros horribles pero a él le queda muy bien. Ancho, sexy. Yo estoy pendiente de si se le marca culo. No marca pero igual me gusta mucho y he disfrutado mucho de ese momento. No lo he tenido cerca pero casi mejor, ¿para que sea frío y yo tenga un disgusto? Así almenos me deleito de su belleza, veo como se comporta. He estado pendiente de su culo y no me he fijado en su camiseta aunque sí sé que era blanca. Cuando yo me acerco él está saliendo con los almohadones, ¡es que es un travieso, me encanta¡ Más que saludarlo por obligación me gusta estar ahí por cosas como estas. Así lo voy conociendo. Hay unas chicas delante de él. Ha dejado los almohadones y ha dado un golpe a una de las chicas. Son dos rubias. Me lo imagino con cara de malo, tiene cara de ángel pero es todo un demonio, en especial en la cama, je,je. Esa rubia seguro que se lo tira o es lo que busca. Ella ha agarrado otro almohadón para darle a él y él ha salido corriendo.  Yo me lo he quedado mirando un rato pero entonces sale la chica de siempre que les lleva el cambio a las rubias. Joaquín y la camarera me han mirado dándose cuenta que yo estaba mirando a Joaquín, se han mirado entre ellos riendo. He sentido que se están burlando de mis sentimientos. No me he atrevido a mirar más. He entrado. Me ha atendido la chica. Justo cuando yo acababa mi Joaquín entra a por más almohadones. Yo lo mira de reojo. Ha pasado dos veces justo por detrás de mi ¡Este Joaquín es guapísimo y me tiene loco¡ La chica, la camarera, también lo mira mucho a Joaquín. Le gusta, eso está claro pero ¿¿a quién no le va a gustar Joaquín? ¡que suerte que tiene, ella se le puede abrir de piernas y a él seguro que no se le niega nadie¡ Este chico está muy bueno, es un Dios. Yo estoy saliendo, él está colocando los almohadones. Se le ve culo en pompa y me encanta ¡Es tan sexy¡ Yo me acerca hacia él, él está de pie. De frente a mi, habla con las rubias.  Puedo pasar por en frente pero ya iba a pasar por su lado y me parece descarado cambiar. Así que paso justo por el lado de mi Joaquín. Y justo cuando yo he pasado ¡es que lo ha tenido que hacer a posta¡ Es que me pilla unos segundos antes y me muero. Si hubiera pasado por delante también ¡que rabia¡ ¡Es que me vengo¡ Se estaba rascando la barriguita pero levantándose mucho la camiseta. Se le veían muchísimo los calzoncillos. Esta sí que no me la esperaba. ¡y cómo me ha gustado¡ Me ha encendido tanto que no me he atrevido a mirarlo por miedo a que él se diera cuenta de lo cachondo que me ha puesto. Cuando he reaccionado ya ha parado. Madre mía y yo que pensaba que había perdido la mañana, yo que no quería volver. Así es mucho mejor, prefiero esto a que me salude por obligación. Está tan bueno, si no va a ser ni mi amigo pues almenos me pongo cachondo. Los calzoncillos son blancos, viejos. Se le ve mucho la goma y parte de los calzoncillos. Yo podía haberlo saludado pero ¿forzarlo?  Para qué. Si no me quiere saludar que no me salude pero que me enseñe lo que quiera de su cuerpo ¡cómo si me quiere enseñar la verga¡ Ha sido un momento increíble, es que no me lo puedo creer. Me ha puesto muy cachondo, estoy caliente, excitado como nunca. Hacía días que él no me animaba como lo ha hecho ahora. Tengo muchas ganas de volver pero me tengo que controlar porque si él no me soporta no tiene sentido. ¡Ay si hubiera pasado por delante, es que me muero del gusto¡ Me gusta mucho. Es muy triste que él sea tan antipático, que le moleste mi devoción hacia él pero es que a mi me gusta mucho. Es mi gran amor, el chico de mis sueños. Me gusta poder verlo siempre que yo quiera. Me gusta ver cómo se comporta, estar cerca de él."
***************

Julio  se levanta de la cama. Va con la parte de abajo del pijama. Teresa duerme plácidamente. Él la mira mientras duerme.
--parece mentira que duerma tan profundo ¡con la guerra que le da¡
Para Julio es un sacrificio enorme hacer el amor con la ansiosa fea pero sabe que no le queda más remedio. Sus ojos se llenan de lágrimas. No le gusta la vida que lleva. Va a la cocina. Toma un vaso de leche. Hacía mucho tiempo que no tenía el confort del que disfruta al lado de Teresa. Se siente un gigoló, le duele estar vendiendo su cuerpo pero era su única alternativa.
--además Teresa es muy feliz así. No hago daño a nadie.                                               
Javier entra en la cocina. Él va en bóxers. Está medio dormido.  Ambos se sobresaltan pero no se dicen nada.  Julio no puede evitar que sus ojos se vayan hacia su atractivo cuñado. Es muy joven y muy guapo. Lo que más le llama la atención es el pedazo de bulto que se le ve por dentro de los bóxers. Nunca vio algo tan grande. A Javier le sorprende ver a su cuñado mirándole los genitales.                                                               
--¿¿me estás mirando los huevos?                                                                                 
Javier es bastante brusco y Julio se avergüenza.                                                                
--¡claro que no¡                                                                                                             
Javier lo mira sorprendido pero no dice nada. Julio no tarda en volver a la cama para evitar que la feíta despierte ya que si lo hace lo hará con ganas de hacer el amor y Julio quiere evitarse eso.

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